La popular mora silvestre, es en realidad la zarzamora o también denominada frambuesa negra.
Se trata de un fruto que crece en arbustos de la familia de las Rosáceas, la cual incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por las regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. Asimismo, se engloban dentro del género “Rubus”, que no se deben confundir con las frutas del género Morus, Morus nigra y Morus alba L., que crecen en árboles.
Las moras son frutas de bajo valor calórico por su escaso aporte de hidratos de carbono. Las grosellas negras y las grosellas rojas son particularmente ricas en vitamina C, ya que tienen cantidades mayores en comparación con algunos cítricos, y vitamina E.
En general, las bayas silvestres son buena fuente de fibra, que contribuye a mejorar el tránsito intestinal, y también aportan potasio. En menor proporción contienen magnesio, hierro, calcio, taninos de acción astringente y de diversos ácidos orgánicos. Sin embargo, las moras se caracterizan por su abundancia de pigmentos naturales (antocianos y carotenoides) de acción antioxidante.