El limón es redondo y ligeramente alargado, pertenece a la familia de los agrios y por tanto comparte muchas de las características de otras especies de cítricos, como su piel gruesa.
La pulpa es color amarillo pálido, jugosa y de sabor ácido dividida en gajos. El color de la corteza es amarillo y especialmente brillante cuando está maduro.
El limón puede ser utilizado en fresco en platos culinarios, y su jugo también puede emplearse en la industria de preparados alimenticios. Por su parte, la industria farmacéutica lo utiliza como materia prima para la fabricación de numerosos medicamentos, y en casa se puede utilizar para algunos “remedios” caseros.
El limón posee diferentes propiedades: refuerza el sistema inmunológico, es revitalizante, activa el metabolismo del calcio para los huesos y dientes, cura las hemorragias, tiene acción rejuvenecedora y ayuda en las dietas de adelgazamiento. Sin embargo, por ser un fruto muy enérgico debe evitarse en la alimentación de los ancianos y de personas en estado de fuerte nerviosismo.