El mango procede originariamente del noroeste de la India y del norte de Birmania.
Se cultivó por primera vez hace aproximadamente cinco mil años, y afortunadamente, esta práctica se ha extendido a todas las áreas tropicales y subtropicales del planeta, siendo México el principal país exportador del mundo.
Gracias a su peculiar y exquisito sabor, es considerado el rey de las frutas tropicales. El árbol puede alcanzar hasta 30 m de altura, el tronco de corteza gris es recto, cilíndrico y de 75 -100 cm de diámetro.
Los frutos de este árbol son ovales, alargados y en forma de riñón o corazón. La piel del mango ya madura adopta una gama de colores que va del verde, amarillo o naranja hasta el rojo intenso. Por su parte La pulpa es de color amarillo anaranjado, dulce, jugosa y muy sabrosa, presenta un sabor y una textura muy diferentes al resto de frutas de mesa considerándose la fruta tropical por excelencia.